viernes, 14 de enero de 2011

Restaurante Diquis (en Palmar Norte)

Pues como les conté, para el año nuevo estuve en Palmar Norte en la casa de unos amigos y fui con el hombre y otros amigos. Nos embarcarmos en el viaje el jueves 30 de diciembre en el carro de Johan, esperando pasar por las playas que pudiésemos. No les voy a contar más porque quiero hacer un post con el viaje puramente, y en este les voy a contar sobre uno de los restaurantes a los que fuimos.

El 31 de diciembre cenamos en la casa de Aquiles y Luca, los anfitriones. La cena la cocinó la mamá y todos comimos temprano hasta quedar satisfechos, pero, por vara, a mi se me antojó un helado, y en ese clima deliciosamente caliente quien me va a culpar? Y bueno, se les pegó a los demás el antojo y nos fuimos a Diquis, que es un restaurante que habíamos visto antes, en la caminata de reconocimiento por el pueblo que hicimos el día que llegamos, y además Luca me había contado sobre él,

Así que agarramos el carro y nos fuimos por el helado. Y por qué no nos fuimos de fiesta? Porque en Palmar Norte aparentemente uno pasa el año nuevo con la familia, cenita y todo, y a la 1 se va para la disco, y eso hicimos! Pero como después de comer era temprano, teníamos tiempo que matar.

Llegamos a Diquis y el primer comentario "se ve carillo...", y es que todos andábamos en plan de ahorro/gaste-lo-menos-que-pueda, pero ni modo, entramos, de por si, sólo queríamos un helado.

Por la razón por la que se veía caro es que estaba en muy buenas condiciones, tanto que parecía "turístico". Diferentes tipos de mesas/estilos muy bonitos y mezclados: mesas de soda con azulejo, área de cafetería, y las mesas de la orilla de madera y con sombrilla (verso sin esfuerzo).


Todo el lugar muy abierto, con buena ventilación, limpio y aun con decoración navideña.


Pero por supuesto, al estar en la Zona Norte, conocida por ser (o haber sido) territorio indígena costarricense, la decoración incluía ciertos aspectos representativos, como las estatuas de la entrada al local.


Y pues, entramos, fuimos los 5 visitantes: Armando, Johan, Cuco, Sabor y yo. La muchacha que nos atendió no podía ser más amable, a todos nos cayó super bien, y aunque tenía que ir a preguntar cada vez que queríamos saber qué ingredientes tenían los helados, puedo decir que el servicio me dejó muy contenta. Y bueno, a mi se me olvidó la cámara, y Johan amablemente me llevó a recogerla, mientras tanto ya habíamos ordenado y cuando volvimos estaba la comida.

Armando (aka "El Hombre") se pidió unas salchipapas en vez del helado.


No hay mucho que decir de las salchipapas en general, yo las amo, y a menos de que sean de muy mala calidad, el sabor no varía demasiado. Al hombre le gustaron, y se las comió todas (obviamente).

Y después alguien se pidió una hamburguesa, no se quien fue, creo que Sabor (aka Jairo).


Cuco se pidió 2 helados, el primero............., el segundo fue un helado Diquis, que yo también me pedí al final, es un helado de sabor a elegir, con caramelo y maní (que él cambió por confititos). Mmm! Nada demasiado elaborado, pero con una presentación excelente.


Yo, por otro lado, pedí comida comida, porque me antojé. Y el plato que pedí es la razón por la que quería hacer este post. Me pedí unas fajitas Diquis. ¿Qué tienen de especial?


Pues son fajitas de pollo, con chile dulce y cebolla como las fajitas normales, pero además, con tocineta y camarones. ¿Qué tal? A mi me parecen las mejores fajitas del mundo entero. Tocineta y camarones!!!


Y ahí no se ven los camarones, pero es porque estaban como en el fondo, pero si estaban, lo prometo. Y tal vez la tocineta era un poquito más de la cuenta, como tiene un sabor tan fuerte, de pronto tapaba el de los camarones, pero igual me parece excelente, nunca había visto fajitas así, y ténganlo por seguro que las voy a preparar, porque el sabor es super rico. Estas además, venían acompañadas de frijolitos, piquitos, pico de gallo y un poquito de mayonesa alrededor.

Se los juro que si vuelvo a Palmar Norte (y espero hacerlo), es un must ir por las fajitas Diquis!

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiero aprovechar este espacio e indicar que aparte de la amabilidad con la que atienden, también tuve la buena experiencia de contar con la honradez de los empleados, la semana pasada pasé por el lugar a desayunar y dejé olvidado un pequeño maletín que contenía entre otras cosas un ipad y un entero de lotería con terminación (¢16.000) y cuando me percaté del extravío llamé por teléfono y la cajera me indicó que mi maletín estaba allí y efectivamente cuando regresé el mismo estaba tal y como lo dejé. Casos de honradez en verdad son contados en nuestro país, lástima que no pude obtener alguna página de internet del restaurante para hacer ver mi agradecimiento, pero si les recomiendo el lugar por la comida y por la amabilidad y honradez de sus empleados.

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