Nicaragua 03: La Terraza Peruana

Por fin fuimos a La Terraza Peruana! Después de que Vieto insistió en que quería ir, cedimos, aunque Olga seguía diciendo que debíamos ir a otro lado porque si Roberto iba siempre a La Terraza Peruana cuando iba a Nicaragua, manda que no probara lugares nuevos ahora que tenía quien lo llevara!

Pero bueno, antes de ir nos fuimos la Olga y yo a la casa de ella, que es un apartamento pequeñito en un condominio todo liiindo, y pasamos toda la tarde hablando. Cuando primero llegamos ya puse la maleta gigante en una mesa, en donde se quedó tooooda la semana, y Olga sacó un par de botellas de agua de 1 lt de la refri, y a mi me vinieron las palabras de una amiga (Karlita, se acuerdan? Ex- compañera de la U, ex-jefa, vivió conmigo hace como año y medio?... Karla, año y medio!!!) "Mariana, por lo que más quiera, no tome agua de tubo!", y tiene sentido, si uno no está acostumbrando a los microorganismos y bla del agua de otro lado, pues es posible que le afecte la panza, pero cuando Olga me ofreció la botella fría, en ese calor tan increíble, por fin empezando las vacaciones después de 4 días de trabajo, cuando nos íbamos a sentar tranquilamente en la mesa del jardincito a hablar... pues realmente ni pensé en decir que no, y agarré la botella.

Nos quedamos hablando toooooda la tarde, que bueno, fue como 4-3 horas, nos tomamos toda el agua y nos fumamos como un paquete de cigarros, y hablamos hasta quedar casi roncas. Ex-novios, romances, trabajo, amigos, familia, de todo! Nada más hablamos y hablamos y hablamos y nos dimos cuenta de que somos almas gemelas! Luego llamamos a Roberto y le dijimos que cuando bajara la presa, como a las 7, salíamos para allá e íbamos a comer, y claramente, conocimos la Terraza Peruana, pero antes fuimos de nuevo a Las Colonias a tomarnos unas birritas en Hippo's.

Había una exposición de fotografía en una galería, así que pasamos a ver un poquito y les expliqué leve  la razón por la que cada foto era "especial" y lo que significaban las especificaciones de las fotos en los cuadros de información.

Hippo's queda en el centro de la parte de comidas de la plaza, que es suuuuper linda, todos los restaurantes y bares tienen mesas que salen al área común, y en el puro centro ponen músicos. Esa noche era música brasileñita, The Girl from Ipanema y así. Lindo, lindo.

Luego, La Terraza.

Yo, sinceramente, estaba llenísima, porque después de atusarnos de sushi y tomarnos toda el agua que podíamos, más una birra (aunque ya me acordé que yo me tomé una margarita de fresa en Hippo's) no me cabía pero ni un respiro, así que pensé que no iba a comer, pero pues, mariscos peruanos? It's on!

Vieto quería que pidiéramos el montadito de maracuyá, así que por eso empezamos, pero lastimosamente no tengo los precios porque dividimos las facturas y hasta ahora me doy cuenta de que no tengo todos los precios...

El montadito estaba muy rico, la verdad, y ese sabor me ayudó a recuperar el apetito, así que terminamos de ordenar:

1. Chicharrón de camarones (o sea, camarones empanizados)

2. Chicarrón de pulpo (o sea, pulpo empanizado) (de ese si tengo el precio, C$310, o sea $13.5, o sea ¢6.800, y ese era el precio como promedio de los platos, lo cual es barato para mariscos)

3. Mariscada (que no me acuerdo realmente como se llamaba, pero era una mariscada picante que estaba bien sabrosa)

Los chicharrones estaban bien, pero realmente no eran nada increíble ni que me antojaría volver a probar. Con los camarones empanizados, o las carnes empanizadas en general hay 2 cosas que son importantes: el marinado de la carne, la mezcla de empanizar. Depende de la carne el marinado, con mariscos es hiper fácil, porque no se marina casi nunca, o se hace sólo con sal, pimienta... El pan es otra cosa, eso es lo que normalmente hace la diferencia, y hace que los camarones sean o dliciosos, o bla... Estos eran más bla realmente, son camarones, por lo que siempre son ricos, pero punto. Con el pulpo creo que estaba leve duro, pero en general bien, como los camarones.

La mariscada, ya eso si era otro nivel, ufff! Riiiica la desgraciada! Por esa si vuelvo, y me llevó a concluir que es posible que las comidas fritas ahí probablemente no sean tan ricas, pero las salsas que probé estaban brilliant!

El lugar es boniton no entramos demasiado, nos quedamos en la pura terraza, pero estaba re-linda, muy bien iluminada, excelente ventilación para una ciudad tan caliente, y el servicio muy amistoso, e inclusive la dueña estaba saludando y despidiendo a los clientes.

La pasamos muy bien, charlamos y nos despedimos de Roberto en el hotel. Luego nos fuimos a la casa, y seguimos hablando y pasándola bien :)

Y al final no pasó nada con el agua y seguí tomando como si nada, pensando que era una leyenda urbana, pero después me han contado historias personalmente de gente a la que si le pasó, así que nada más supongo que soy una excepción, o que a las amigas a las que les pasó tienen el estómago un poco débil.