jueves, 23 de febrero de 2012

Nicaragua 02: Sushi Itto en Galerías Santo Domingo

Bueno, continúa la travesía!

Al final el martes 31 volvimos de Pochomil a Managua, luego de 4 días de mucho trabajo. Cuando llegamos nos iban a dejar al hotel, de donde yo iba a llamar a mi amiga Olga para ver donde nos veíamos y yo trasladarme a su hogar para iniciar las vacaciones. Resulta que me dormí en el carro y cuando abrí los ojos estábamos en la colonia El Periodista, para la reunión que tenía mi compañero con otra gente... Él en pantalón y camisa de la organización, bien presentable, yo en short, camiseta y sandalias, porque como no tenía que estar en esa reunión y me iba a quedar en el hotel... Qué vergüenza!

Mientras hacían la reunión yo salí a sentarme al solcito Nica y a hacer feo en el Kindle (Hola Facebook, te extrañé!). Y bueno, martes en la mañana, conferencia de prensa del Festival Imperial, Moby, Skrillex, Cypress, BJÖRK!!! Aaaayyy, Dioj mío! Qué emoción!

Ejem... y bueno, esperé y esperé, no terminaba la reunión, Roberto me prestó el Ipad para llamar a Olga y decirle que nos viéramos para almorzar. Para ese entonces eran las 11:45 a.m., y yo estaba segura de que ya casi nos íbamos. Olga me dijo "entonces como a las 12:30 me llamás del hotel y vemos" y yo luché las ganas de decirle que mejor a las 12 porque ya íbamos saliendo, luché porque me pareció bien tener un colchoncito por si nos atrasábamos.

Por dicha ya le había dicho que el hotel era Casa Naranja (con las mejores camas del mundo, según Melania y Roberto), porque terminamos llegando CASI A LAS 2! Yo estaba muerta de la pena, porque no tenía como llamar a Olga para disculparme por el atraso, y no sabía que hacer! Es que además ni nos conocíamos!

Bueno, eso lo voy a explicar.

Olga:


Esta señorita es amiga de mi prima, Vero, y yo ni la conocía hasta que como por ahí de noviembre empezamos a saludarnos por teléfono cuando ellas hablaban. La Olga vive en Managua y por eso nunca en mi vida la había visto, pero teníamos ESTA química por teléfono! Yo le estaba diciendo que en febrero o marzo de fijo la iba a visitar, y cuando me dijeron del brete que tenía que ir, inmediatamente le mandé un mensaje diciéndole que me tenía que dar posada unos días porque le iba a caer. Ella feliz! Es una excelente anfitriona, y una excelente persona, pero cuando nos vimos ni la reconocí!

Resulta que por fin entramos al hotel con todos los chunches y veo esta mae altísima acercándose "Mi amoooor!", y yo "Quién será esa mae? Amiga de Roberto?". Ni le di pelota, hasta que me dijo "no me reconocés?", y yo O_O! Y es que se ve más pequeña en FB! Yo juraba que era más baja que yo, que mido 1,73 m. (o algo así), pero es más alta!

Que divina, llegó al hotel a esperarnos porque sabía que estábamos incomunicados, no les parece una linda???

Cuando ya nos presentamos, nos vimos las jachas y nos abrazamos, nos llevamos mis maletas para el carro y nos fuimos con Roberto a almorzar.

Mi compañero y compa: Roberto Vieto

Aquí llegamos al supuesto tema central del post: Sushi Itto.

Roberto quería ir a la Terraza Peruana, porque que le encanta, y que siempre que va a Nicaragua va, y que no-se-qué, pero Olga dijo "mejor sushi", y en Nicaragua, la nica manda!

Fuimos entonces a Sushi Itto de Galerías Santo Domingo, y después de la monotonía de la comida en Vistamar, yo estaba muriéndome por comerme un bueeen pescado crudo!

Qué les diré? Galerías Santo Domingo es un centro comercial diviiiiiino! Super diferente y todo nice, y en donde hay varios restaurantes ricos y barcitos. Cuando llegamos nos dio Olga la noticia: todos los rolls estaban a 2x1... DOS POR UNO! El cielo!


Pedimos tantos, pero tantos, que no se qué decirles... Es que fue tanta comida! No tengo los nombres de todos porque eran muchos, estábamos super cansados y hambrientos (almorzando a las 2 p.m. después de levantarnos a las 5 a grabar tortuguitas, desayunar a las 7 a.m., salir para Managua, reunión, sol...), pero les puedo decir que estaban super sabrosos!

Lo que no me gustó, y es algo que ya le había recomendado a Amaterasu también, es que cambian los nombres de los rollos, lo cual está bien, es divertido, le da personalidad al menú, pero también es una dificultad para el consumidor. Por qué? Porque si te gusta el rainbow roll tenés que leer todas las descripciones para saber cuál es, en cambio si ponen los dos, el nombre original en chiquitico o algo, facilita la elección y comprensión.

Pero bueno el asunto es que pedimos unos 6 rollos para 3 personas, y uno o dos refrescos cada uno.


Lo que más me gustó fue la variedad: muchísimos tipos de sushi bien ordenaditos en el menú, todos con descripciones super ricas. Mi otra queja es que me parece que tenían un poco más de queso crema de la cuenta, que claro que es riquísimo, pero en algunos pedacitos del rollo me pareció que el sabor era muy fuerte.

Por lo demás, la atención excelente, la decoración, pues es una franquicia, así que apegada a ella, el restaurante fresco, con plantas, abierto, muy bonito, y de los rollos pues nos comimos todos menos una pieza, que ya ninguno de los 3 pudo, pero es que cómo íbamos a poder? Era demasiado!

Este fue mi favorito, crunchy y con chipotle, raro, pero bueeeeno!

Fue la primera comida en Nicaragua que me gustó de verdad, con la que ya me sentí super satisfecha con calidad, sabor y cantidad (bueno, cantidad porque comimos como chanchos!), y saben cuánto costó? Adivinen! Bueno no, costó C$813.28, o sea $35.36, o sea ¢17.850, por los 3, por comer sushi hasta reventarnos! Esos son como ¢6.000 por cada uno, 6 rojos! Con eso acá uno se compra un rollo y un fresco en un ligar bien barato, o el rollo más barato en un lugar de mediano precio, pero en un restaurante de sushi bueno con 6 mil colones no alcanza un rollo bien rico (claro, hay que tomar en cuenta la promoción, pero igual está super bien).


Luego nos fuimos a dejar a Roberto, que tenía que estar a las 3 en el hotel, y la Olga y yo nos fuimos a conocernos.

Y así, con esa legítima hartada de sushi, empezaron mis vacaciones en Nicaragua.

 :)

viernes, 10 de febrero de 2012

Nicaragua 01: Vistamar (Pochomil)

Bueno, como les fui contando, pasé la semana pasada en la hermosa tierra de Nicaragua. Qué país! Me encantó! Desde la vegetación, clima y geografía igualita a la belleza de Guanacaste, hasta la cultura latinoamericana tan marcada, que acá se nos está yendo tan rápido...

Pero bueno, una belleza de país, y ahí les voy contando de a poquitos el viaje, ahorita empiezo por el principio: Pochomil.

Pues en el trabajo me mandaron con un compañero a ver el vivero de tortugas paslama ('lora' en Costa Rica) que se encuentra en el Hotel Vistamar, en Pochomil, así que el viernes 27 nos fuimos Roberto y yo para allá.


Llegamos a Managua a eso de las 5 de la tarde (que vuelo más rápido! En menos de una hora está uno ya en tierra Nica!) y nos recogieron para ir hacia allá. De camino pasamos a comer rapidamente al Tip Top de carretera sur. Tip Top es como Pipasa allá, pero además de producir y distribuir la carne, tienen restaurantes en toooooodo lado. Es como un As de Oros, pero más barato, increíblemente barato, un combp de pechuguitas picantes con frijoles, ensalada y piquitos costó como 106 córdobas, o sea $4.60, o sea ¢2.300. Ese es el precio de una de las cosas más caras del menú, pero vi combos de C$60, o sea $2.60, o sea ¢1.300 (eso lo tuve y tengo que hacer, porque no lo logro córdobas a colones). Y bueno, es comida rápida y de eso no hablamos acá, pero es tan barato que no podía dejar de mencionarlo.

Después continuamos por un camino lleno de curvas, y yo iba fascinada. No es lo mismo que ir, no se, a Tailandia y ver ese montón de matas que uno no conoce, y arquitectura rara, y gente super diferente; es ir a un pedacito de uno mismo, porque somos una Latinoamérica grande y diferente, pero seguimos siendo todos hermanos, y en Nicaragua se siente todo eso, es visitar un lugar diferente, pero que también se siente parte de uno... No sé, yo he ido un par de veces a Panamá, pero en asuntos menos viajeros, así que podría decir que a mis 27 (ejem...) años estoy empezando a conocer los demás países de estos rumbos.

Costa Rica es lindo, lindísimo! Una tierra llena de gente bella, de paisajes increíbles, playas, montañas, de todo! Pero es muy cierto también que hemos abandonado un poco nuestras raíces latinas, por lo menos es algo notable en lugares como San José. Habrán quienes estén en desacuerdo, más yo puedo decir que noto como cada vez se van borrando las líneas entre lo nuestro y lo extranjero, cosa que sucede en todo el mundo, en algunos lugares más lento que en otros. En Nicaragua más lento que en Costa Rica.

Tampoco estoy diciendo que todo sea perfecto, todos sabemos que no existe un país, una cultura, una política, una gente perfecta (ni los latinos, ni los gringos, ni los europeos, etc.). Los problemas, como esn Costa Rica, se notan también, observando, pero igual me siento muy feliz de haber (por fin) conocido. Chinga'e Guanaca!

Bueno, bueno, yo si me desvío fácil de la historia! El camino divino, puro Guanacaste de mi corazón: aquel calorcito, aquella brisa, el cielo, los árboles, las casas... (aaay! Tanto que esperé ese viaje, tanta emoción ese ride el primer día, y ya pasó...).

Fuimos pasando por pueblos y se van viendo las diferencias. Las carne-asadas en las aceras y corredores de las casas es una de las que más me gustó. Es algo tan autóctono, y una imagen tan linda, las señoras, carajillos, familias enteras, afuera de la casa, sentados en las mecedoras, con la mesa a la par llena de comida, ocasionalmente la gente comiendo de pie ahí a la par, o comprando para llevar a la casa (por qué no tengo fotos de esas cosas?! Voy a tener que volver =3). Es un poco insalubre, hay que aceptarlo, pero qué sabor! Aunque yo no comí mucho en la calle, porque tenía un poco miedo de las historias de males estomacales...


Bueno, y entonces pasamos por la ciudad del cemento, que se me olvidó el nombre real, pero es que es un pueblo allá donde hay una cementera, por lo que el aire está un poco contaminado, pero genera sentimientos en conflicto cuando uno ve la infraestructura tan cuidada y hermosa. Parques, casa, calles, más parques, todo en cemento, bien cuidado y lleno de gente por todo lado. Beeeello! Después seguimos y llegamos por fin a Pochomil, después de por ahí de una hora. Entramos al hotel y yo O_O. Pensaba que iba a ser un hotel más chiquitillo, pero es un lugar de mediano tamaño, y re-lindo!


Nos quedamos nosotros en los bungalows, que son edificios pequeños de 2 pisos, en donde en el primer piso las habitaciones tienen una cocinita. En el segundo piso, que fue donde nosotros estuvimos, son cuartos medianitos, con baño, tele, aire acondicionado, abanico y TERRAZA. No todos tenían la terraza igual, algunos tenían nada más mesitas, y eran 2 cuartos en el mismo piso del bungalow, pero el mío no; el mío tenía sólo mi cuarto y una terraza en 3 de los 4 lados alrededor. La terraza tenía una mesita baja de jardín con 4 sillas, una mesa de plástico de comer en una esquinita, y una hamaca blanca, sabrosa, frete al mar. Ah, y es que esta era la vista desde mi terraza:



A que les dan un poquito de celos?
Ok, entonces nos quedamos a ver a las tortuguitas nacer, y nacieron trescientos mil millones de ellas. Todas las noches y todas las mañanas nacieron un montón, una cooosa! Divinas las desgraciadas! Yo ya había tenido el placer de ver tortugas verde nacer antes, en Pacuare hace unos meses, pero esta cantidad de tortugas fue asombrosa! Ver el montón de tortuguitas correr hacia el mar, todas enanas y energéticas, es una cooooooosa! El esfuerzo que hace el hotel, junto con el Club de Jóvenes Ambientalistas y la WSPA, de comprarle los huevos a los hueveros de la zona y tenerlos en el vivero y ayudarles en la liberación es de esas cosas que le hacen a uno sentir la esperanza de que no todo está perdido en esta tierra que tanto maltratamos.
En el vivero

Es una experiencia lindísima!

Madrugando con las tortugas :)

Al final no disfruté turísticamente el lugar porque las horas de trabajo lo impidieron: llegamos el viernes a trabajar, nos dormimos como la 1, nos levantamos a las 5:15 am para la liberación de tortugas en la mañana, desayunábamos, grabábamos entrevistas o lo que tuviésemos pendiente, almorzábamos y teníamos la tarde libre, momento en el cual yo me duchaba felizmente, me encremaba (cuidarse la piel es bien), me ponía la pijama limpia (es que después de la grabación de la mañana quedaba toda llena de arena y sal, pero con ropa, es que con vestido de baño se siente rico, pero con ropa no...), prendía el abanico y me acostaba a dormir un par de horitas, me levantaba, nos veíamos para hablar sobre y (y no es de yeyée) o z, grabábamos, comíamos, esperábamos las tortugas e íbamos a la liberación de la noche. Y así transcuyó viernes (que ya yo había llegado habiendo dormido sólo 3 horas las noche anterior), sábado y domingo. El lunes grabamos la liberación de las titis, desayunamos y listo, teníamos "libre", momento que aprovechamos para revisar el correo de la oficina, consultar pendientes con los compañeros de acá, y revisar Facebook, obviamente. Después almorzamos y habamos algunas cosas en la tarde, y libre... por fin...

5:45 a.m. Amanecer en Pochomil

Decidí que iba a dormir también pero en la arena, así que agarré el Kindle, el bikini, el sombrero, el ipod y los cigarros y vamonos! Me acomodé como a 5 metros del mar, porque estaba subiendo la marea, y me acosté a eso de las 4 de la tarde, con el solcito más rico y aquel viento. Estaba muy feliz escuchando The Kills y me quedé dormida, que saboooor! Claro, hasta que el mar decide atacar...

No había terminado la canción que estaba cuando me dormí y sentí la ola... Y no una ola decente de las que uno se espera, que le moja las piernas, mucho las nachas... aaaah no, la ola me llegó a la cabeza, de la nada me despertó y cuando sentí el agua en los brazos me levanté con el ipod en la mano y el bolso con el Kindle, luego a agarrar el sombrero que me regaló mi hermana, lleno de arena, el paño, el pareo (me siento como mi mamá diciendo esa palabra), y las chanclas? Diay, no las podía agarrar, intenté majarlas hasta que pasara la ola, no pude, con todo en las manos salí corriendo a ponerlo en un lugar seco y volver a buscarlas, y he de contar triunfalmente que acá escribiendo esto las ando puestas :).

Bueno, ese fue como el ratito de disfrute que tuve en el mar de Nicaragua, pero vuelvo y me las paga!


Y así terminó el viaje de trabajo, volví y me bañé, lavé el paño (del hotel =S), el pareo, lo que andaba puesto y el sombrero, lo dejé todo secando, me bañé y me pinté las uñas, luego fui a la piscina a meter las piernas hablando con Robertiño, comimos y creo que me fui a hacer la maleta y demás. Esa noche sólo Roberto fue a ver los nacimientos de las 11. Martes igual, 6 am grabando tortugas, una entrevista que faltaba, desayuno y ciao Pochomil!

Liberación nocturna

Y como no quiero que este post se alargue más (porque estoy segura de que muy poca gente -si alguna en absoluto- va a leerlo todo), así que a lo que vinimos, no? La comida del hotel estaba descente/rica, pero increíblemente repetitiva. Los sabores todos super parecidos y muy poca variedad a pesar de ser un todo incluído. Los desayunos bien: nacatamal (rico, pero no el mejor), pinto con huevo, pancakes (con jalea de papaya hecha en casa!), cereal, frutas; y por lo demás pargo con limón y cebolla, pargo con limón y algo, y pargo con limón y algo, algunas pizzas, carnes y unas cuantas cosas más, pero cada plato en su categoría sabía igual que los demás. Al final ya no sabíamos qué comer... El servicio muy bueno, eso si, y la parte principal del plato, como dije, bien pero super repetitiva, pero la ensalada con lechuga amarga, el pepino todo chambón, las papas fritas grasientas y suaves... Como que no...


Y ya, un párrafo sobre la comida del lugar, y 3 millones de pura paja, jeje!