miércoles, 26 de septiembre de 2012

El mes más chiva del año

Chiquitilla me encantaba setiembre por 3 cosas:

el 9 de setiembre, Día del Niño, que básicamente era el día para tener toda la atención de los adultos, chineos con comida, jugar y gozar como si no hubiese mañana. De vez en cuando nos daban regalos ese día, pero siempre había algo en la escuela y terminaba una por lo menos hartándose de chocolates. Como a nosotros nos disfrazaban para toooodos los eventos en la escuela (cosa que yo AMABA), tenemos buenas fotos de esas fechas ;)


Los abuelos Tita e Ito con los carajillos (de izquierda a derecha): Ana Gabriela (mi hermana), María Pía, Alejandro (mi hermano), yo (:P), Nestor y Robertito, y enfrente Verito haciendo payaso.


Uno de los tantos disfraces que usé en esas épocas :)

la semana del 15 de setiembre, porque qué es mejor que salir en la noche con un montón de carajillos y faroles encendidos? Obviamente, por lo menos en Tilarán, en el 80% de los 14 de setiembre que recuerdo llovió, pero esa semana entera en el barrio, como nos gustaba tanto y yo era muy mandona, los carajillos no reuníamos y hacíamos desfile, subiendo y bajando la cera mil veces, super felices. Nunca me gustó hacer faroles, no se por qué, yo amaba las manualidades, pero me parecía que mejor comprar un farol bien lindo y brillante, que hacer uno mediocre (aunque nunca me compraron uno lindo y brillante tampoco, pero se hace lo que se puede). Lo malo de esa fecha era los muchachos del cole que salían a quemar faroles, en los 14 en los que el clima permitía el desfile. Yo siempre pensaba "supongo que cuando sea muchacha voy a entender la gracia de aterrorizar carajillos y jugar con fuego", pero nunca lo entendí, cuando escuché que un par de amigos en el cole lo hacían pensé "ok, esta es la edad en la que uno se supone que se divierte haciendo eso", pero me siguió pareciendo cruel y peligroso. Así que si alguno de ustedes es uno de los güilas que le quemó un farol a un carajillo ilusionado y feliz, sepa que me cae mal.

Este día dejé el farol en la casa, entonces la niña Sonia me dio uno que había hecho alguien y dejado en el aula, así que yo soy la chiquitilla morenísima de jacket amarilla con un farol que son 4 platos deshechables con los centros recortados, uno sobre otro. No creo que sea necesario decir que como a los 5 minutos se derritió y me quedé sin farol...

Además del 14, el 15 era otro nivel de chiva, porque siempre que pude partipé en los desfiles, ya sea como jefa de las bastoneras menores (adoro cada uno de mis uniformes), como una de las bastoneras mayores, o como redoblante en la banda (estar en la banda fue una de las mejores partes de mi adolescencia). Despertarse el 15 tempranito y acicalarse para ir a desfilar era super emocionante... Despertarse el 16 con bronceado de mapache por los anteojos oscuros...

Esto será como de 1993?


Estos son mis re-compas del cole, todos con el uniforme de la banda después del desfile del 15 de setiembre del 2001 (me encantan los anteojos de todos). La foto es de un collage que hizo Angie gigante, con fotos del montón de cosas chivas que hicimos en el cole todos juntos cuando nos creíamos adultos y éramos unos carajillos. Arriba: Meneka, Sergio, Alejandro (mi hermano) y Traka. en el centro: Elieth, yo, Chico y Fabio. Abajo: Vale, Cafetera, Angie, David y Robertito (mi primito que también está en la foto con Tita e Ito) 


el 27 de setiembre, también llamado "el día más chiva del mundo porque Mariana cumple años", es realmente el mejor día del año, para siempre y por siempre. Y es mañana.

Cuando estaba carajilla no podía dormir de la emoción, me despertaba como a las 4 am y cada 10 minutos iba a la cocina a ver el reloj del microondas, porque se supone que nací a las 5 am. Se me hacía eterno acostarme en la cama y saber que eran las 4:38 am, sentir que había pasado una hora, volver salirme de las cobijas, subir las gradas e ir a la cocina a ver el reloj, y darme cuenta de que eran las 4:44 am... Mi papá siempre fue el primero en levantarse en la casa, desde que yo tengo memoria, así que cuando ya eran las 5 yo iba de vuelta al cuarto a seguir durmiendo, y papi salía a felicitarme :)

Luego ya en la U lo que me gustaba era hacer una cena con la familia, me encantaba estar el 27 allá y comerme una crema de maíz de mi papá y lo que fuese a hacer con camarones mi mamá...

Ahora, pues es un poco diferente, porque voy básicamente a tomar y bailar y gritar y cantar a un bar. ¡Si que se goza con los amigos! Y en los últimos 2 años, como Vero vive acá y cumple el 15 de setiembre, hacemos una fiesta conjunta en la finca de un amigo, que es un campamento excelente allá en la montaña, en el que no falta comida, hacemos parrillada, y llevamos de todo... ¡Uff, es buenísima! Este año nos llovió como si se fuera a acabar el mundo, y se mojaron las tiendas, unas estaba inundadas, mi ropa (según me di cuenta justo antes de dormirme) estaba toda mojada, y han de imaginarse, pero nos la jugamos y la pasamos en todas, con fogata, malvaviscos, whiskey, ron, vodka, birras, jagger, etc., etc. 


Y el domingo en la mañana todos con los colchones inflables en la piscina, y ese sooool... 

De izquierda a derecha: Manu, yo, Vero, Joe atrás, Eduardo y Pablo.

Bueno, y esas son las razones por las que este mes no he posteado, jeje. Estoy ocupadísima comiendo rico y pasándola muy bien, porque el cumpleaños se celebra todo el mes, como bien me lo explica mi mamá desde que tengo memoria :)



- Pero estoy recopilando las receticas de lo que cocino, y luego se las paso todas XD

lunes, 3 de septiembre de 2012

Salmón en salsa teriyaki (de 400 calorías)

Por Facebook les había contado que estoy a dieta, aunque ya casi voy a terminar. Verito y yo dijimos que íbamos a ponernos a dieta como desde agosto del año pasado, pero algo teníamos y no pudimos, luego era setiembre, nuestro mes de cumpleaños (¡YA ES NUESTRO MES DE CUMPLEAÑOS OTRA VEZ! ¡WOOOHOOOO!) y una no hace dieta en el mes de cumpleaños, obviamente. Luego, en octubre, Vero tenía vacaciones con el marido y se fueron como 2 semanas a Guanacaste a visitar familia y andar de playa en playa. Luego algo pasó en noviembre, no me acuerdo qué, pero no pudimos, luego era diciembre, y una no hace dieta en Navidad, y así fuimos alargando el asunto.

De pronto, hace unas semanas, nos volvimos a acordar y yo me puse a hacer de una el menú, para poder hacerla de verdad esta vez.

Es la dieta del Reto Curves, del que ya les había contado, pero sin la parte del ejercicio, por lo menos de mi parte, porque mi meta principal, además de claramente perder peso, es la de ordenarme con las comidas. Acá trabajando en la casa me despierto a cualquier hora y trabajo hasta cualquier hora, y se me olvida comer por hooooras. Soy un desorden, lo admito, a veces me despierto a las 10 am, y a las 4 pm decido bajar por comida. Una ya a los 28 (casi) años no puede andar jugando con la salud, así que necesitaba ser un poco más estricta conmigo misma. Vero, por otro lado, va al gimnasio a menudo, y a correr de vez en cuando, así que si le entró más en serio.

La dieta ya la he hecho 3 veces, una en marzo del 2010, una en febrero del 2011, y una ya. Me ha servido, porque como he contado anteriormente, es una dieta suuuper rica, y se centra principalmente en comer platos bajos en carbohidratos y grasas, pero con horarios estrictos, para acelerar el metabolismo.

Yo la amo, por supuesto que es más efectiva si uno hace ejercicio 3 veces por semana (como la hice la primera vez), pero ahora estoy haciendo 0 ejercicio, e igual bajo de peso (ya se, tengo que empezar a nadar otra vez, lo vivo diciendo).

Son 4 semanas de dieta, y ya estamos en la última. Esta receta es una de mis favoritas, y hasta este año la hago. Tiene un problema grande, y es que la porción es chiquitica. Con las otras recetas que he probado, una siempre queda satisfecha y feliz, con esta quedé menos llena de lo que me habría gustado, pero definitivamente feliz con el sabor.

Cómo solucionar? Nada más hay que aumentar un poco la cantidad de salmón, y ya! Para que sea de 400 calorías hay que repetar los 120 gr. de salmón por porción, pero apenas termine la dieta, me voy a hacer esto mismo de nuevo con un filete de 180 gr, y voy a ser muy feliz.


Acá pueden ver las demás recetas light del blog. :)

Cantidad: 1 porción

Ingredientes:

• 1 filete de salmón de 120 gr. (yo recomiendo 180 gr. o más si no están a dieta)
• 1/4 tz de salsa de soya baja en sodio
• 1 cda azúcar morena
• 1 cdta jengibre fresco rallado
• 1 diente de ajo picado (o 1 cdta de ajo picado del que viene listo, que es el que yo uso)
• 1 zanahoria pequeña cortada en tiritas
• 1 cebolla pequeña cortada en tiritas
• 5 champiñones

Preparación:


1. En una olla ponemos la salsa de soya, el azúcar y el jengibre, hervimos un poquito y separamos del fuego unos 10 miutos mientras se medio enfría.


2. Colocamos el salmón en un recipiente de horno en el que quepa el filete, o los filetes, le colocamos medio ajo picado y bañamos con la salsa, pero guardando 2 cdas. Nos aseguramos de que cada filet esté bien cubierto, marinamos 15-20 minutos, volteamos, colocamos lo que falta del ajo y dejamos marinar otros 15-20 minutos. Ponemos a precalentar el horno a 400ºC. Una vez listo el marinado, metemos los filetes al horno por 20 minutos.

3. Mientras se hornea el salmón, tajadeamos los hongos, los revolvemos en las 2 cdas de salsa que habíamos guardado, y los cocinamos.

4. Una vez listos los hongos, cocinamos las cebollas y zanahorias rapidamente en el sartén. La idea es que queden crujientes y sabrosas.

¡Y listo! Lo malo de esta receta es que todo queda como del mismo color, pero el sabor es increíble. Hoy vamos a agregarle brócoli, para tener algo verde.

:)