Esta receta nació de esas cosas que uno hace comúnmente, que es comprar ingredientes porque se le antojan y después no sabe qué hacer bien con ellos... Y digo que pasan comúnmente porque a mi me pasa a cada rato, lo cual es una consecuencia de lo antojadiza que soy desde que tengo memoria.
Pero no, antes una cosita, y es que he estado alejada del blog por algunas situaciones, entre ellas que estoy sin trabajo... jua jua jua... así que tengo la cabeza un poco revuelta ahorita, pero pronto me acomodaré! No se enojen conmigo porfaaaaa!
Y bueno, resulta que entonces en Semana Santa compré unos filet de trucha, porque a mi me encanta, tenía mucho de no comprar, se veía super rica y estaba en descuento. Los tenía fresquitos en la refri sin decidir qué iba a hacer con ellos, cuando fui a comprar las cosas para el Pie de Pecanas y Calabaza. Estaba en al Auto de Moravia con mi prima Verónica y mi cuñada Sandy cuando aparecieron los hongos de frente, y Vero y yo nos antojamos, así que listo! Compramos portobello. Esos desgraciados hongos yo los amo asados, son el mejor acompañamiento para una parrillada, y fuera de en ese tipo de cosas nunca los había preparado, así que recurrí a mi buen amigo el Interné para ver de qué manera podía acompañar bien las truchas.
Me encontré varias recetas que usaban limón, y algunas que usaban vino, así que usé estos como los ingredientes para los hongos, y no saben el sabor! A todo el mundo les encantó, fueron un acompañamiento perfecto para la trucha, y con una ensaladita verde y un vinito termino siendo toda una cena!
La ensalada la hizo Vero, con lechuga, tomate, cebolla, palmito y pepinillos,
y la acompañamos con aderezo balsámico.
Cantidad: 4 porciones.
Ingredientes:
• 4 filet de trucha sin piel
• Sal y pimienta al gusto
• 3-4 hongos portobello medianitos (como de unos 5 cm de ancho)
• El jugo de medio limón
• 1/2 tz vino blanco
• 1 1/2 ajos picados finamente
• 1 cda mantequilla
• Aceite de oliva
Preparación:
1. Facilísimo! Primero tajadeamos los hongos como de 7 mm. de grosor. Luego derretimos mantequilla con un chorrito de aceite en un sartén, e incorporamos los ajos para que se cocinen. Una vez cocinados, agregamos los hongos y los dejamos un ratito hasta que estén un 60% cocidos (que todavía tengan el centro claro).
2. Agregamos entonces el vino y dejamos unos 2 minutos que se evapore el alcohol, luego agregamos el jugo de limón, sal y pimienta de ser necesario, y terminamos de cocinar un par de minutos.
3. Retiramos los hongos y jugo del fuego y en el mismo sartén freímos las truchas con poca sal, por ambos lados (dándoles vuelta sólo una vez porque se pueden desarmar). Una vez listas, las servimos con los hongos encima (jeje, se me olvidó tomarle foto a las truchas en el sartén...).
Para mi es un plato que tiene mucha presencia, además de por el sabor taaaaan delicioso, porque se ve increíble! Me enamoré...