Berenjena empanizada

Yo siempre que voy a la feria compro berenjena, que me encanta como pocas cosas, y que además es muy fácil de preparar. Pues me encontré esta receta una vez buscando posibilidades porque tenía un par en la refri que tenía que comerme porque se estaban mini pasando. Es una receta gorda, lo acepto, pero es tan rica que de verdad vale la pena, porque incorpora una variedad de sabores y texturas que me sorprenden cada vez que las pruebo.

Las hice la primera vez en mi casa, a mi hermano también le encantaron (y no es muy fan de las berenjenas), después, como soy muy sapa, compré un sartén y las hice en la oficina, para compartir con la gente, y también obtuve buenas opiniones, aunque se me olvidó llevar la salsa de tomates... que tonta...

Pero weno, acá está, perdón por tener el blog medio abandonado, pero este es el inicio de mejores días para food JUNKY... XD!

(en la oficina no tuve chance de tomarles fotos, y en la casa las hice hace mucho, antes de que empezara a tomar fotos del proceso, así que se las quedo debiendo).


Ingredientes:

• 1 berenjena grandecita
• 1 tz. de harina
• 1 tz. de pan rallado
• 2 huevos
• Salsa de tomate (no ketchup, salsa salsa, como ragú, o naturas, o hecha en casa, o algo)
• Queso gouda al gusto
• Aceite para freir
• Sal
• Pimienta

Preparación:

1. Tajadear la berenjena en pedazos de 1 cm. más o menos de ancho, a lo largo (para que queden grandecitas) y sal pimentarlas.
2. Batir el huevo con un tenedor o similar.
3. Poner en orden en recipientes separados la harina, el huevo, y el pan rallado.
4. Calentar bastante aceite en un sartén para freir.
5. Pasar las berenjenas por harina (para que pegue bien el huevo), después por huevo (para que pegue bien el pan) y de ultimo por el pan, y poner a freir hasta que esté dorada por ambos lados.
6. Escurrir bien (obviamente) y colocar en una bandeja para horno, poner unas cucharadas de salsa de tomate sobre cada uno y rociar con bastante queso gouda.
7. Meter al horno hasta que se derrita bien el queso.

Y ya, la verdad es tan rico que ya me dieron ganas de hacerme otra vez, porque la berenjena queda perfectamente cocida y tiene un sabor muy sutil que es maravilloso combinado con el queso y la salsa de tomate, y además es suave, y crujiente a la vez por el pancito... Ay no... ya me antojé...

Y para que no lo sientan tan gordo, un par de pedazos con una buena ensalada hacen un almuerzo riquísimo, y vegetariano!